En estos años hemos tenido que superar muchas cosas, además de las típicas de la familia. Lo esencial ha sido el respeto, el interés por temas comunes como los viajes y la vida gay, y que poco a poco hemos ido haciendo un proyecto común de vida; pero sobretodo ha habido interés por mantener vivo el amor, pero sin esfuerzos, todo ha sido muy natural. Todos los días le digo que le amo, y a veces se molesta, porque se lo digo más de 4 veces al día. Él en cambio, no lo dice mucho, pero hace actos diarios de un amor que le supera, en los que no es necesario que me diga nada: una flor por wasap, una mirada de cariño, un beso robado, tener hecha la cena cuando llego cansado, o interesarse por ponerme más guapo de lo que me he vestido para salir, muchos detalles, por los que he tenido que superarme para devolver esas bellas atenciones.
No sé como lo ven nuestros amigos, pero siempre que se habla de parejas, salimos a la palestra como ejemplo de compenetración, amor y proyecto de vida. Por suerte esta vez no tendré problemas de saber que le voy a regalar por nuestro aniversario, ya le conozco lo necesario, y con la empresa de turismo tengo las herramientas para volver a sorprenderle una vez más; por supuesto, ¡yo voy en el paquete de viaje!
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