La Habana se merece la capitalidad gay de Latinoamérica

Cada vez que pienso dar un “salto al charco”, como le decimos los españoles a cruzar el Océano Atlántico, siempre pienso primero en La Habana. Buenos Aires está considerada la capital gay de Latinoamérica pero La Habana tiene un halo especial. La bella y ecléctica capital de Cuba está en el Mar Caribe, con un excelente clima todo el año para la playa, para andar con poca ropa encima todo el día incluyendo las noches. Es un lugar lleno de personas amables y hospitalarias por esencia, con una sexualidad que se expresa en todas las calles y en todo momento. La cultura cubana tiene un grado considerable de machismo, pero se puede ligar en la calle con una facilidad que no he visto en ninguno de los más de 50 países que he visitado, incluyendo ligar a “heteroflexibles”.

Es verdad que La Habana ha cambiado desde mis primeras visitas, y mucho, incluyendo el comportamiento del ambiente gay en la ciudad, y me atrevo a decirlo también en las grandes ciudades del país como Santiago de Cuba, Camagüey, Santa Clara o Varadero. Hace unos 10 años fui a visitar a mi familia de allí y coincidió con los festejos por mis 30 años. Mis amigos gay me regalaron un “fiestón” (como dicen ellos) en una casa particular, pues aún en esas fechas toda manifestación pública de homosexualidad era recriminada socialmente, incluyendo a muchos mariquitas que aún están en el armario. Y mi opinión personal es que la discriminación LGTB en Cuba es más social que gubernamental.

Lo que no se puede negar es que en Cuba los cubanos hacen de su vida lo que les da la gana, y hace más de 25 años se realizan fiestas gay cada fin de semana en lugares ocultos no solo en casas particulares, y en cabarets o bares en los que se iban imponiendo como cultura, hasta que hubiera un “chivatazo” de algún amor roto gay o hetero impertinente; pero también hubo algunos espacios tolerados que aún existen como El Mejunje de Santa Clara.
Actualmente ya existen bares, restaurantes, peluquerías,… en La Habana en los que se muestra abiertamente la orientación al público gay, tema impensable en los días de mis 30 años. Me llamó la atención en mi último viaje este año allí que un cabaret totalmente gestionado y trabajado por personas no LGTB se convierta en el antro más gay de La Habana los viernes y sábado a la noche, con show travesti incluido.

La Habana puede ser la capital más gay de Latinoamérica en unos pocos años. Vividlo para verlo.