Descubriendo un hotel gay: Hotel Axel de Barcelona

¿No os habéis preguntado qué diferencias debe tener un hotel de cualquier ciudad a otro orientado al colectivo LGBT? La curiosidad que tenía al respecto nos llevó a alojarnos yo y mi chico en el Hotel Axel cuando fuimos a pasar un fin de semana invitados por Marta, la guía de turismo y responsable de “Forever Barcelona”.



Las 5 horas de tren que separan el País Vasco de Barcelona no son agotadoras, pues el paisaje es increíble y la facilidad de caminar por los vagones ayuda a no cansarse de estar sentados. Decidimos ir al hotel para despojarnos de las maletas de viaje y darnos una ducha antes de ir a comer con Marta y su chico; y luego descubrir las bellezas de la Sagrada Familia con una excelente anfitriona.



Mi primer asombro fue la posibilidad de estar en el cuarto cambiándome, y poder ver a mi chico darse su ducha desde unos cristales dispuestos para ello. Pero fue aun más la sorpresa al ver que esa posibilidad también la podían tener otros alojados en el hotel si mi chico decidía abrir una persiana que lo exponía a todo el patio interior mientras disfrutaba de su baño. Por suerte su timidez, y mi falta de alguna copa, no nos incitaron a tal aventura expositiva…por ahora.



Al regresar del lujoso paseo con Marta por la Sagrada Familia, y algunos lugares preciosos seleccionados por ella, nos cambiamos de ropa en el hotel para estar a tono con el ambiente gay al que nos lanzábamos esa noche de marcha. Los locales son diferentes a los de Madrid u otra ciudad europea, pero el ambiente es el mismo.

Casi toda la velada me estuvo dando vueltas en la cabeza la idea de que tendría que haber algo más en el hotel, aparte de la sauna, el bar, el restaurant, el gimnasio,…lleno de gays; algo que le diera ese toque distintivo para nuestro colectivo; y no fue hasta la hora de dormir que dimos con la respuesta, pero no te la revelaré, la tienes que encontrar tú cuando vayas. 

Recomendable la experiencia, ¡para repetir!.